INSTRUCCIONES DEL DIABLO A UN CONDENADO
4 Comente Escrito por Felipe Rodríguez on viernes, 17 de noviembre de 2006 a las 1:28 p. m..
Reza a la luz de una hoguera. Puedes hacerlo, tienes ciertos privilegios. Serás vigilado, pero nadie debe temerle a una oración. No aceptes compañía, tú estás solo en este cuento. La compañía es una ilusión tonta de la soledad. Además, los sacerdotes no tienen poder sobre el más allá. Y si lo piensas, tampoco en el más acá de tu celda.
Procura asearte y verte bien. Tú barba, aféitala. Los dientes, límpialos. Come algo ligero, tu cuerpo no tiene por que sufrir los rigores de tu pecado. Cuando estés frente a los fusileros, no hagas las boberías normales. Nómbrese: encender un cigarrillo, llorar lastimosamente, insultar la ley, maldecir a los concurrentes. En fin, cualquier cosa que ensucie el acto. Preséntate con hidalguía, recuerda que es tu muerte. Y déjale a la justicia el debate que si es válido compensar con tu muerte a la otra muerte que provocaste. Un consejo de amigo: no pienses en tu crimen. Morir ya será suficiente sacrificio.
Lo último. No te preocupes cuando pases el umbral, te estaré esperando y verás que será fácil, porque yo haré, en ese momento, que tu condena recién comience.
·>> Ese cuento es tan genial, io lo leí antes i lo amé :):*** Cuidate Felipe
Te washuwááá :)
arto así.
ta terrible de pulento (en realidad ni tanto) pero no sé que postear mi felele ! toi como con la cabeza en cualquier parte ! )= pero será ! cuidate mil mi felele mil muaackis ! te amooo !
faltaba yo!!!
yo leí antes ese cuento,
leí otros, y nosé por qué antes no los habías subido, se te da el escribir con esa ironía tan tuya.
Álo?..
Si pasa por un blog, supongoque es para leer, o para comentar...si pasas por el mío, al menos eso espero, no que publicites tu sucucho.
Saludos!